A lo largo de la Historia, los grandes descubrimientos y aventuras han sido protagonizadas por personas, tanto hombre como mujeres. Pero también hay eventos donde no es el ser humano el protagonista, sino, un animal. Como es en el siguiente caso, cuando un animal fue el primero en realizar una aventura tan grande e importante, me refiero a la perra Laika.
Laika fue el primer animal en viajar fuera de los límites de la Tierra, llegando a viajar al espacio exterior. Fue un 3 de noviembre de 1957, hace exactamente hoy 59 años, cuando la Unión Soviética mandó a un perro al espacio y lo hizo a bordo de la nave "Sputnik 2". Nació a finales de 1954 en las calles de Moscú. Era una perrita vagabunda que fue acogida de las calles para ser incluida dentro del programa espacial ruso, con la finalidad de experimentar las consecuencias que un viaje espacial podría tener en el organismo de un ser vivo. Hay que mencionar que hasta la fecha, ningún ser humano había viajado todavía al espacio. Quedaban todavía 4 años para que eso sucediera, también por parte de la URSS.
Los perros elegidos debían pesar menos de 6 kilos y medir menos de 40 centímetros de altura, y pensaban que los perros callejeros aguantarían mejor los entrenamientos por la dura vida que les había tocado vivir. Tras duras pruebas de gravedad, adaptación a espacios pequeños y a estrés provocado por los ruidos y vibraciones, destacaron solo 3 perros, Albina, Mushka y Laika, aunque solo uno de ellos era el más tranquilo de todos: Laika. La cabina del Sputnik 2 era reducida y, para acostumbrarles, fueron metiendo a los perros en compartimentos cada vez más pequeños durante 20 días. Por lo que su estado de salud deterioró y comenzaron a darles laxantes para mejorarles.
La hora exacta del despegue se estima que fue sobre las 5:30 de la mañana. Al alcanzar la máxima velocidad después del despegue, el ritmo resiratorio de Laika aumentó hasta 3 o 4 veces de lo normal. Al alcanzar la órbita, se desprendió exitósamente la punta cónica de la nave aunque la otra sección que también tenía que desprenderse, no lo hizo. Debido a esto, la temperatura interior de la nave aumentó considerablemente y tras 6 horas, los datos vitales de Laika desaparecieron, había fallecido.
Antes de iniciar la misión, los soviéticos ya sabían que no regresaría con vida ya que la nave no se hizo para retornar a la tierra, por eso, antes de empezar, uno de los científicos decidió llevarsela a casa para que jugase con sus hijos y así que pudiera tener un recuerdo final feliz.
Debido a la época en la que estaban, se centraron más en la llamada "carrera espacial", entre la URSS y EEUU, por lo que las medidas de seguridad de Laika y su duro entrenamiento, dejaron mucho que desear. Gracias a este viaje, a Laika se la consideró como uno de los perros más famosos del mundo y actualmente tiene una región a su nombre en Marte, y en 2008, cerca del lugar donde se desarrolló este triste episodio, erigieron un monumento en su honor.
Pese a ser una historia triste, su viaje ayudó a poder llegar al espacio una persona y no morir en el intento, por lo que su muerte no fue en balde, sino más bien, el inicio a la exploración del espacio exterior hasta ahora inimaginable. Aquí se puede ver un pequeño resumen en video:
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